Para Adriana Navarro,
quien lo inspiró en la escuela de Altos Estudios, Universidad de Sonora.
A tientas
sorprendido
me acerco a tus sonrisas,
sábanas
que caen
como azahares
cabizbajo
erizado de amor
y melodías
me dejo envolver con tu sonrisa,
flores esparcidas entre números
y letras
y procuro dirigirme
hacia tus labios
a tu cara
que el aire
me devuelve
a tu estampa
regalo de la tarde
y me inundo cobijado en tu sonrisa,
milagro de la boca
que no puedo
olvidarla
y me río
sonrío
me río
como antes,
lo que siempre
me atrae de la gente
y me voy contigo
a la banqueta
despejando la noche
como un cuento
y veo que me das otra sonrisa,
mejilla inesperada •
de la tierra
y miro
que miras
mi sonrisa
y los dos jugamos
con el rostro
con las manos
con los pasos de la calle
pero siempre protegidos de sonrisas
ejercicios fugaces
que no puedo evitarlos
y te invito
me invitas
te retrato
me retratas
y te digo
me dices
me dices
qué te digo?
y de nuevo terminamos en sonrisas
que calientan avenidas
nuestras venas
y la cafetería
el autobús tardío
... te vas escondida en tu sonrisa
pero sabes
que has dejado muchas?
... delicadas las levanto
a mi regreso
de prisa ¡pronto!
antes que se congelen
que agonicen
que mueran
que olviden
las revivo en el cuaderno
las conservo
¡ porque no siempre las tardes son de risas!
Hermosillo, Sonora, México. Julio de 1984