Estoy
en el torbellino
de la naturaleza
derramándose plantas
sobre mí
y montañas volcánicas
de ensueño
que nunca
habré de escalar
porque prefiero
la placidez
de un lago
cuya vida aún
me da esperanza
mientras el sol
gira tan lento
que apenas
lo adivino
entre senderos
plagados de sombras
y huellas
que llevan a riachuelos
de la última lluvia
y un ruiderío
de animales transparentes
vertebrados
pueblan
los montes
en tanto arriba
las aves infinitas
no pueden
distinguirme
protegido yo
por una distancia
una lejanía
un escondrijo
donde
nada
ni
nadie
nunca
jamás
podrá
encontrarme...
Mount Shasta, California, junio 2021