Cuando el último rayo
de sol acabe su calor
cuando tus pies
cansados se estanquen en la mar
cuando el viento
no mueva las puntas de tu pelo
o cuando el paladar
suspenda la entrega del placer
ahí
y sólo ahí querrás rodearte
de un silencio milenario
uno sin tiempo exacto
como el que esconde allá la gran pirámide
un silencio más revelador
que el de tu primera soledad
silencio
de silencios
antesala del suspiro final
silencio que susurra
que la muerte está aquí
y lo no hecho
ya no será jamás…